La implementación de la impresión 3D en los CAPD ofrece nuevas posibilidades en la creación de productos de apoyo personalizados, materiales educativos adaptados y dispositivos lúdicos accesibles. La formación en el uso de estas impresoras permite que tanto los profesionales como los propios usuarios puedan diseñar y materializar soluciones específicas a sus necesidades.
Los diseños impresos fueron seleccionados y adaptados teniendo en cuenta las solicitudes de los profesionales y usuarios, priorizando la creación de herramientas que mejoren la autonomía, la accesibilidad y la participación en las actividades cotidianas. También se consideraron aspectos de usabilidad, como superficies táctiles diferenciadas, etiquetas en braille y piezas ergonómicas para facilitar el manejo.
A través de esta iniciativa, se incorporó una impresora 3D Creality K1 Max AI en los centros participantes, seleccionada por su velocidad de impresión, su amplio volumen de construcción (300×300×300 mm) y su facilidad de uso, características que la convierten en una herramienta versátil, segura y fiable para contextos institucionales. Su sistema cerrado, la calibración automática y la detección inteligente de errores permiten un manejo intuitivo y resultados de alta calidad sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados.
Para el diseño de los modelos, se optó por el programa TinkerCAD, una herramienta en línea que destaca por su interfaz visual e intuitiva, ideal para la iniciación en el diseño tridimensional y la colaboración entre profesionales con diferentes niveles de experiencia. Su sencillez facilita la creación de adaptaciones y prototipos funcionales ajustados a las necesidades concretas de cada centro.
El proceso de preparación de las impresiones se lleva a cabo mediante el software Creality Print, que ofrece una integración directa con el modelo K1 Max y permite configurar fácilmente los parámetros de laminado, garantizando impresiones estables y precisas.
Además, se impulsó la creación de un repositorio común de modelos en la plataforma Thingiverse, organizado por categorías de interés para los centros, como actividades de la vida diaria, ocio, comunicación o adaptación de utensilios. Este espacio colaborativo fomenta el intercambio de diseños y experiencias, y contribuye a construir una red de conocimiento compartido entre los distintos equipos de trabajo.
Con el fin de asegurar una adecuada implementación de la tecnología, el proyecto incluyó la impartición de horas de formación específica adaptadas a los diferentes perfiles profesionales de los centros, abarcando desde el uso de los programas de diseño y laminado hasta el mantenimiento básico del equipo. Paralelamente, se elaboraron manuales personalizados que recogen los procedimientos de trabajo y ejemplos prácticos, facilitando la integración de la impresión 3D en las rutinas educativas y terapéuticas de cada institución.



