La personalización de robots sociales para su uso en sesiones terapéuticas permite ofrecer experiencias interactivas y motivadoras a personas con discapacidad intelectual. Estos robots pueden desarrollar actividades de estimulación cognitiva, juegos de aprendizaje y tareas recreativas que favorecen el desarrollo emocional, social y comunicativo.
Los robots fueron configurados para integrar tecnologías de Comunicación Aumentativa y Alternativa (CAA), como pictogramas y mensajes de voz simplificados, facilitando la interacción de los usuarios. Las actividades fueron diseñadas en función de las necesidades de los profesionales y usuarios, promoviendo el aprendizaje, la interacción social y el desarrollo de habilidades específicas.



La arquitectura del sistema se basa en la integración entre el robot Robobo y una tableta con sistema operativo Android o iPadOS, mediante dos aplicaciones: una instalada en el teléfono móvil que controla el robot Robobo Cares, y otra, llamada Robobo Cares – Remote,descargada en la tableta desde la que se envían las órdenes al robot.
La tableta actúa como centro de control y permite configurar, iniciar y gestionar las distintas actividades disponibles. La conexión entre ambos dispositivos es directa y automática, sin necesidad de realizar configuraciones manuales antes de cada sesión. Cada actividad cuenta con un botón de inicio y otro de parada, lo que permite poner el robot en estado de reposo en cualquier momento. Además, algunas actividades disponen de parámetros personalizables que permiten adaptar la experiencia según las características y necesidades de cada usuario.
Un elemento esencial del sistema es el reconocimiento mediante códigos QR. Cada persona usuaria del centro dispone de un código que incluye su identificador y nombre completo. Robobo es capaz de leer estos códigos y usar el nombre de pila para realizar interacciones más personales y naturales. Este mecanismo también facilita la gestión de las actividades y la personalización de las respuestas, y se acompaña de una guía o infografía que explica el proceso de creación y asignación de códigos a cada participante.
Las actividades propuestas dentro de la plataforma Robobo son las siguientes:
Saludo por QR: Robobo identifica al usuario mediante su código QR y lo saluda por su nombre, añadiendo una frase motivacional elegida aleatoriamente de un banco de mensajes para evitar repeticiones. El objetivo es iniciar la interacción de forma personalizada y positiva.
Agenda por QR: El robot comunica información relevante para el usuario, como citas médicas, actividades del centro o visitas familiares. Esta función requiere conexión con bases de datos externas o APIs, lo que permite ofrecer mensajes automáticos y personalizados.
Acompañamiento en actividades: Robobo actúa como apoyo motivacional durante las tareas y talleres del centro. Puede emitir mensajes orales y visuales de saludo, felicitación, refuerzo, error o finalización de la actividad. Estos mensajes combinan voz, expresión facial y movimientos sincronizados, y el profesional puede emplear modelos predefinidos o crear nuevos mensajes adaptados a cada situación.
Conversación: El robot se integra con un chatbot que permite mantener diálogos sencillos con el usuario. Inicia la conversación con un saludo y responde a preguntas o comentarios de manera natural. Esta actividad fomenta las habilidades comunicativas y sociales, reforzando la confianza del participante.
Colores: Robobo pide al usuario que le muestre objetos de distintos colores y reacciona según el acierto o el error, empleando mensajes positivos, expresiones animadas y movimientos suaves. La actividad trabaja la atención y el reconocimiento visual.
Motricidad: Esta actividad se centra en la práctica psicomotriz y se divide en dos modalidades:
Calentamiento: Robobo guía al usuario en movimientos básicos (levantar los brazos, girar el tronco, inclinarse) con apoyo visual y expresivo.
Juego: El robot propone instrucciones más dinámicas y con distintos niveles de dificultad (“manos a la cabeza”, “tócate la nariz”, etc.). Esta modalidad mejora la coordinación, el equilibrio y la lateralidad.




El funcionamiento de Robobo se basa en un comportamiento multimodal, que combina voz sintetizada, expresiones faciales digitales y movimientos físicos. Esta integración permite que el robot reaccione de manera coherente y expresiva, generando una interacción más humana y atractiva. Además, el sistema está diseñado para ser accesible, con interfaces intuitivas y adaptadas a personas con discapacidad cognitiva o motora.
La comunicación con la tableta es directa y estable, aunque también se contempla la posibilidad de realizar conexiones externas para el intercambio de datos mediante API cuando sea necesario.
Desde el punto de vista técnico, Robobo debe garantizar una lectura fiable de los códigos QR, una gestión eficiente del banco de mensajes y una respuesta fluida en las interacciones en tiempo real. La interfaz de configuración debe permitir al profesional definir parámetros, modificar contenidos y controlar la sesión de forma sencilla. También es fundamental el cumplimiento de las normativas de protección de datos, ya que el sistema maneja información personal sensible de los usuarios. En cuanto a la seguridad física, el robot debe disponer de mecanismos de parada de emergencia y limitaciones en sus movimientos para evitar golpes o caídas, especialmente cuando trabaja con personas con movilidad reducida.
En resumen, Robobo constituye una herramienta tecnológica avanzada orientada a la estimulación física, cognitiva y social de las personas con discapacidad. Su diseño combina robustez técnica, accesibilidad y capacidad de personalización, permitiendo a los profesionales crear sesiones adaptadas a cada usuario. La integración entre hardware, software e inteligencia artificial hace posible que Robobo actúe no solo como un asistente automatizado, sino como un compañero interactivo que favorece el aprendizaje, la autonomía y la motivación diaria dentro de los centros de atención.